El pasado sábado tuve la mala suerte de presenciar un accidente de tráfico que según me enteré posteriormente acabó con la vida de uno de los implicados.
Este hecho en si mismo dramático me hizo darme cuenta de lo poco valorados que tenemos, en general, a los servicios de emergencias y más concretamente al Servicio del 112.
La secuencia de lo ocurrido fue, más o menos, así:
El sábado sobre las 7'20 horas de la tarde desde mi casa sentí un estruendo que dada su potencia nos hizo a todos levantarnos del sofá y comprobar que no había sido de nuevo la ENSIDESONA la que había sufrido otra explosión. Ante nuestro estupor comprobamos que había sido un choque frontal en la variante de Avilés que pasa justo enfrente de mi casa. Cosa que nos extrañó muchisimo porque habitualmente sentimos las frenadas de los coches antes del impacto y esta vez solamente sentimos el bombazo. Y digo habitualmente porque, más o menos, tocamos a un par de golpetazos por semana en el mismo sitio (la intersección entre la Autopista y la variante de Avilés).
Al tener el teléfono a mano lo primero que se me ocurrió fue marcar el 112, por primera vez en mi vida.
Al segundo timbrazo del teléfono me contesto un chico que amablemente y con una voz tranquila, pausada y relajante me preguntó que problema tenía.
Dado el nerviosismo de la situación le explique en donde había ocurrido el accidente y lo que estaba viendo y muy amablemente me contesta: "no se preocupe señora que avisamos ahora mismo a la policía, y si no le importa le pongo con los servicios médicos para que usted les indique que está sucediendo antes de que ellos lleguen."
Yo asombrada por la situación porque aquello parecía más la escena de una película que la realidad, me puse a intentar explicarle a una chica que se identificó, pero que no recuerdo como, lo que estaba viendo delante de mis narices.
En plena explicación nerviosa de lo que estaba viendo y lo que estaba sucediendo, veo asombrada que llegan las primeras asistencias, la Guardia Civil. Mirados por el reloj no habían pasado ni 5 minutos.
Con una rapidez diga de elogios llegaron las ambulancias y los bomberos.
De los bomberos solamente decir que son increíbles. En un pispas desmontaron aquellos coches dejando espacio para que los servicios médicos pudieran actuar, con tal eficiencia y profesionalidad que nos dejaron a todos boquiabiertos.
Y de los servicios médicos más de lo mismo. Actuaron con rapidez, profesionalidad y dejandose la piel allí en el asfalto.
A todos ellos mi más sincera enhorabuena por ser tan buenos profesionales y por ser nuestros ángeles de la guarda.
¡¡ MUCHAS GRACIAS A TODOS Y CADA UNO POR ESTAR AHÍ!!
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