El hacer las cosas mal y precipitadamente es un error que cometen habitualmente los políticos de todos los trazos y en Avilés es una de las cosas que tiene su "sello de calidad".
Podríamos remontarnos a cualquier época o a cualquier momento, pero siempre encontraríamos las "barrabasadas" que se cometen desde la Administración avilesina, teniendo como objetivo el atontar al "estúpido votante" en vísperas electorales.
No me remontaré a tiempos ancestrales porque entonces no tendría cabida aquí la lista, pero es que últimamente me han llamado la atención dos cosas.
La primera y más asombrosa porque la he tenido que padecer es el fantástico "carril bici" que nos han plantado en Llaranes. Era una promesa electoral de la actual alcaldesa, Pilar Varela, de Llaranes de toda la vida y que siempre tira pa casa. Y como durante cuatro años no ha tenido tiempo de hacer la susodicha obra, se pone ahora a toda velocidad a plantar aceras nuevas y dibujitos de bici paqui y bici palli, que nos quedan 4 meses para las elecciones y hay que quedar bien con los vecinos.
Y como una tiene fama de buscarle las cinco patas al gato, me puse a probar tal dechado de civismo y ecológica medida.
Con bicicleta entre las piernas, de las de alquiler del Ayuntamiento que conste, me dispuse a recorrer los metros de tranquilidad ciclista.
Primer shock. Si me encuentro a un policía pongo cara de poker y silbo mirando al cielo.
Si a alguien se le ocurre aplicar la Ordenanza del Ayuntamiento sobre la Regulación del Tráfico, vamos jodidos. Y me explico.
Si se coge la bicicleta desde La Toba a la Ría de Avilés se va encontrar un tramo, desde la Calle del Río Arlós hasta el Hospitalillo, digno de una película de miedo, y le pueden pasar algunas cosas:
1º que la cepille un coche en un momento entre rally y rally tan habitual en la zona (aquí no hay pasos de cebra elevados, como en el resto del poblado).
2º que al cruzar la calle, por ese mismo paso de cebra, en el lugar que creo que es para las bicis (que está fuera del lugar indicado como paso de cebra y en una curva) me encuentro en plena acera. Aquí sería de aplicación la Ordenanza Municipal que regula el Tráfico, por lo cual si me pillara en tal acción un agente del Orden Público me pondría una multina de 90 €.
Claro que también podría pasar que una molestara a algún viandante, a lo que habría que añadir otros 90 € por tal acción.
Aquí habría que añadir que si me paro con alguien para esperar a otro ciclista que se a unido a la reunión, y que muerto de miedo se a parado al otro lado de la calle, me cae otra multa de 90 €.
3º Después de que todos hubiéremos llegado, sanos y salvos, al otro lado de la calle y tras abonar los 180 € de multa, seguimos camino. Alegres por seguir con vida tras el trago nos disponemos a disfrutar del momento pedaleando y otro viandante molesto le indica al "amable agente" que estamos "Correr, saltar o circular por la calle molestando". Otros 90 euros de multa.
Se me había olvidado añadir, que como veo mucho el "Encantador de Perros" había añadido al paseo a mi perrita Camila, a la que le hacía una falta loca el correr un poco. Otros 90 € por circular con animales por la ciudad.
Tras coleccionar multas llegamos por fin al cruce de la Avenida Gijón. UPSSSSSSSSSSSSSSSSS. ¡QUIETOS TODOS!
Primer semáforo.
Aquí ya sacamos las monedas y nos ponemos a jugar a los chinos para ver quien es el primero que se arriesga a tal aventura.
Uf......... me tocó.
Con el semáforo en ambar parpadeante para los coches que circulan desde Avilés para entrar a Llaranes, es un riesgo el intentar pasar por un paso de cebra que no tiene espacio para que pasen las bicicletas. Hay que arriesgarse y ponerse en medio de la carretera, ya que el semaforo central está cerrado para los viandantes.
Toda chula me pongo a cruzar y mientras espero a que me den paso para cruzar la carretera general, diversos coches me secan el pelo, ya sudado por el terror, por el viento que levantan. Hay que indicar que por aqui los coches no pasan a 50 Km/h como marcan los cánones. NO, NO. Aqui a menos de 80 o 90 Km/h no pasa uno, incluidos los camiones.
Por fin llegamos al otro lado de la calle, y tras hacernos un cacheo en plan policial, nos damos cuenta que estamos enteros y respirando.
Pero todavía nos queda otro tramo hasta llegar a la zona peatonal del paseo de la ría.
Aquí ya, uno de los ciclistas del grupo, tras semejante hazaña , con la cara desencajada y los ojos fuera de sus órbitas, no deja de indicarnos que lo mejor será apearse de las bicis e ir andando, no sea que algún camión de los que pasan de Arcelor o del PEPA, nos tumbé en los últimos metros..... Y por unanimidad aprobamos la moción y dedicimos en Asamblea Plenaria Ciclista que no usaríamos más la novedad que nos quiere vender nuestra conciudadana y Alcaldesa, Pilar Varela, ya que nos queriamos más a nosotros mismos que nos quería ella.
Y la otra cosa que también trae bémoles son las placas de cristal que le han colocado a la Grapa del Niemeyer. Y no quisiera decir eso de "que ya os lo dijimosss" que quedaría fatal. Pero que coño........... QUE YA OS LO DIJIMOSSSSSSSSSS. QUE COMO CARAJO SE OS OCURRE, BIEN PENSANTES, PONER UNA PASARELA METÁLICA ENCIMA DE UNA CATENARÍA DEL TREN EN UNA CIUDAD COMO AVILÉS, EN LA QUE NUNCA LLUEVE Y LA HUMEDAD ES INEXISTENTE...........
Pero oye, tú, nada, tan tranquilos, no os preocupeis, que es lo normal. Total les perres son nuestres.
3 comentarios:
jajajajajaja
¿sigues viva para contarlo?
Besos
Josín
Nada cielo, que trás la experiencia, les he "candado" las bicis a los guajes y las tienen "arrestadas" de por vida.
Todavía tengo pesadillas.........
:-P
��
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