EL NIEMEYER

Después de un fin de semana dedicado a pasearse por el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, aquí van unas pocas reflexiones personales sobre la experiencia.

Soy una de esas personas bastante crítica con el tema del Niemeyer. Considero que la ciudad de Avilés no va a poder  asumir el coste de esta obra. Ya no solamente el coste de la construcción y del acondicionamiento (que no tiene aún a día de hoy), sino el coste del mantenimiento posterior, día a día y año a año que conlleva. La experiencia de macro edificios como este, hablemos del Gugenheim o de la ciudad de las Ciencias, a nivel económico para las ciudades residentes nos indica que el coste de mantenimiento es casi inasumible. 

En Bilbao pese a que el Museo es una empresa privada el coste para el Ayuntamiento es bestial, pese a que si atrae a la gente, turísticamente hablando.

Y en Valencia, ídem de lienzo.

Pero bueno, el tiempo dirá si en Avilés la cosa sigue el mismo camino o no.

Pese a esta opinión tengo que añadir que me gustaron bastantes cosas del complejo. La explanada es fantástica para muchísimas actividades. Es más, ideas las tengo, lo que no voy ha hacer es decirlas.......... más que nada para que no se las apropien otros.... Ha sido muy buena la idea de hacer que el escenario sea movible. En una región como la nuestra donde llueve muy a menudo, la cosa tiene su lógica.

Vamos, en conclusión de lo que me gustó, el Niemeyer me ha sorprendido positivamente.

Ahora vamos a contar lo que no me ha gustado.

1º Los accesos.

Pobres y escasos. La grapa, siendo grosera, diré que es acojonante. Y no en el buen sentido. Es acojonante, porque acojona pasar por ella. Y voy hacer mía una frase de una pareja madrileña que pasaba por la grapa a la vez que yo: " menganito, tengo la sensación de que estoy pasando por un puente colgante. !Que miedo¡ Si lo llego a saber no paso por aquí." La misma pareja después del primer comentario cuando pasábamos por encima de las vías del tren: "menganito, no toques el metal no te de calambre".

Upssssss eso mismo pensé yo cuando empezó a llover a mares.

Cambiando el tema del miedo a pasar por encima, por lo que se movía, otra cosa que no me gustó y que demuestra que se hacen las cosas a ñalgadas es........ Si a mi la ley me obliga a tener que poner servicios para minusválidos, accesos para minusválidos y en general, tener mi empresa habilitada para la gente con poca movilidad, ¿porque no obliga a las obras públicas a lo mismo?. Lo digo porque a mi, me fue imposible llevar a mi madre a ver el Niemeyer, debido a esa barrera.

Bueno, espero que tomen nota del tema.

2º Hacen falta más bancos para sentarse. Mucha gente mayor se estaba quejando de que no podían estar más tiempo de pie. Y me imagino que más gente menuda tenía el mismo problema. Aunque estos acabaran sentados por los suelos.

Espero que también tomen nota de esto.

3º Si el CC Niemeyer está enlazado con el paseo de la Ría, algunos que lo utilizamos para ir en bici habitualmente echamos de menos un lugar donde poder dejarla enganchada y segura, mientras hacíamos la visita. No estaría de más que pusieran una zona habilitada tanto para el alquiler de bicicletas para aquellos que después quieran darse un garbeo, como para dejar las propias bien custodiadas. ¡Seamos energéticamente coherentes!

4º El marco.

Las vistas desde el complejo son como para suicidarse. El Balcón de Avilés, parece más un patio de vecindad que un balcón. Ver por un lado la Ría llena de grúas, coches, etc., etc., pero con un aspecto más o menos "visible" y ponerse por otro lado a mirar al contrario............da repelús: vías del tren, chimeneas humeantes, edificios sucios y medio caídos, etc........ no es lo que se dice una visión hermosa de esta ciudad milenaria.

Pero bueno, esperaremos a que la cosa cambie con el tiempo, aunque esperanzas hay pocas.

Al fin y al cabo habrá que darle tiempo al tiempo... ¿no?

Habrá que darse más garbeos por la zona, para ver si con el tiempo la cosa mejora.