La verdad es revolucionaria

Hoy he leído un artículo de opinión en un periódico que no leo habitualmente, La Razón, que me ha parecido muy coherente con lo que pensamos los españolitos de a pie, o al menos algunos españolitos de a pie, ya que no se puede generalizar.

En La verdad es revolucionaria, hay una frase que aunque se refiere a la política del gobierno central, se podría aplicar a lo que sucede en Avilés cuando uno dice lo que no quiere escuchar la tribu que habita en el Consistorio: "si la verdad perjudica al Gobierno se transforma en una actitud miserable por parte de quien la dice".

Claro que esto es así mientras que el que habla no forme parte del todo que gobierna, sease en Madrid o en Avilés, porque entonces es acto de fe el creerlo (porque sino preparate para lo que te pueda suceder).

No es fácil de entender como un Concejal de este Ayuntamiento puede soltar sapos y culebras por la boca, insultando, faltando a su credibilidad personal y hasta dando datos de la vida personal sobre cualquiera que se le enfrente y nadie le diga nada, ni siquiera que salga si no ya en defensa del "golpeado" si al menos indicándole al susodicho concejal que se ha pasado un pelín, mas que nada porque esta hablando por "denigrar" personalmente y sin, en el proceso, dar datos reales de lo que dice.

Y lo que es ya revolucionario es que cuando con papeles, fechas, horas y cualquier otra cosa que se tenga como justificante de los actos, digamos presuntamente (por eso de que todo el mundo es inocente....) ilegales o ilícitos, que realiza el mismo individuo que anteriormente había insultado, en este caso el Concejal, al minuto de impresión salen tanto sindicatos, su propio partido o cualquier otro que le deba pleitesía a defender con capa y espada la situación y a tachar al denunciante de cualquier cosa menos de coherente. Poniendo en la piel del denunciante los calificativos que previamente ha utilizado el denunciado para criticar a otros.

¿Serà por qué el ladrón cree que todos son de su condición?