jueves, 11 de junio de 2009

Hablemos en neutro. Eufemismos y otras milongas

Ya que hoy he tocado antes el tema de la educación en este país, no puedo dejar atrás el tema del uso que se hace del español en la actualidad.
Me saca de mis casillas la utilización que hacen políticos y demás personajes de la vida pública del masculino y femenino para cualquier cosa. Eso de niños y niñas, diputados y diputadas, etc etc etc..... denota que algunos quieren hacer un reflejo del sistema social y cultural a la lengua, y no lo que es la lengua en realidad, que es ni mas ni menos el reflejo de un sistema social y cultural.
Comentan los usuarios de esta práctica que el español es una lengua machista y de ahí el tener que especificar, con ambos géneros, cuando uno está hablando.
Así que claro eso que de nuestra lengua madre, el latín, heredamos muchas cosas, pero no el género neutro, ya no sirve.
Como sabemos, el latín tenía tres géneros: el masculino, el femenino y el neutro, y este último se aplicaba tanto a sustantivos como a los adjetivos. El género neutro no era ni masculino ni femenino, sino todo lo contrario los englobaba a ambos. Y por eso nos ha quedado en el español el tan denostado "lo".
Claro es que cualquier lengua del mundo es machista, puesto que han sido los hombres (masculino, plural) los que ha regido los designios tanto políticos como culturales, pero de ahí ha decir que cuando uno entra en cualquier sitio y dice "buenos días a todos", para saludar en general, es machista hay un cacho......... y largo.
Ahora parece ser que la utilización de las normas lingüísticas correctas a la hora de hablar se rige en función de la ideología política (quizá sea mejor llamarla ideología a secas). Quizás esto se deba a que los políticos actuales carecen del conocimiento o la capacidad de poder usar correctamente el español. Y esto me lleva a acordarme de esta frase de D. Fernando Lazaro Carreter '"La dejadez de los políticos es total. No hay oradores como Azaña, que decía: 'No pensaba intervenir hoy, pero...', e improvisaba un discurso de ocho folios sin un anacoluto' .
Pero lo que se lleva la palma es que encima nos intenten inculcar que el uso de ambos géneros cuando uno habla es, ya que no culto (no vaya a ser que encima nos digan que somos pedantes), si lo que marcan las normas lingüísticas.
Para terminar una de las mejores frases de D. Lazaro "No cabe engañarse. Este idioma no tiene prestigio entre los jóvenes y entre la masa inculta que desconoce su grandeza".

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