lunes, 18 de mayo de 2009

La ley del más gamberro

Los fines de semana en Avilés se están convirtiendo en un titular de periódico pero con pocos visos de solución. El vandalismo está a la orden del día, o mejor dicho de la noche.
Los destrozos, los gritos, las broncas y violencia en general son compañeros de fatigas de los vecinos del casco histórico de Avilés en cuanto llega el viernes noche. Y no se ve predisposición por parte de las administraciones en ponerle freno a tales desmanes.
No parece que la policía consiga nada, o es que no hace nada, ante estos personajes que toman como juego destrozar todo aquello que pillan por el camino.
Claro es que, en este país donde la policía parece tener mas bien poca libertad de actuación, no puede hacer mucho más. No sea que les acusen de brutalidad policial.
O poniéndose ya en un plan catastrofista, que mas dará que detengan a 3 o 4 niñatos haciendo el cafre, para luego darles palmaditas en la espalda y con una amonestación cariñosa soltarlos de nuevo al "ruedo".
La solución pasaría por hacer que estos personajes "pagaran" lo destrozado, aunque fuera barriendo las calles, y hacerles responsables de los desmanes provocados.
Todo esto sería en verdad viable si la policía municipal dejará de agazaparse en las esquinas para poner multas por velocidad, o haciéndote el test de alcoholemia 2 veces en 10 minutos (doy fe de esto) y pasara más tiempo pateándose las calles. Y no solo es culpa de la municipal, también habría que culpar a la Nacional, que se pasean verdaderamente cómodos en sus cochecitos por el centro sin hacer nada.
Algo habrá que hacer o pasaremos de la libertad al libertinaje de fin de semana.

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