viernes, 15 de mayo de 2009

DEPORTE DE RIESGO

Ir al médico en el Hospital San Agustín es verdaderamente toda una experiencia, así que cuando una tiene la necesidad de ir tiene que prepararse mental y psicológicamente para la experiencia. Más bien es un deporte de riesgo.
Y digo esto, no desde la perspectiva de la dolencia o enfermedad que una pueda padecer sino puesta la vista en el tiempo que una pasa en la sala de espera y lo que a una le espera escuchar.
Y desde luego, hoy no ha sido diferente.
En una sala de espera más llena que vacía, en donde los minutos pasan a ser horas los comentarios como "seguro que no nos llaman porque estarán tomándose un café", "ya les vale por lo que cobran", "espero que no me toque, menganito o fulanita", "¿sabes quien murió?" o cualquier comentario similar, están a la orden del minuto.
Y claro el culmen de la conversación se da cuando uno lleva allí mas de tres cuartos de hora, y ves que uno llega en ese momento y zassssssss, sale su numerito. Mecachisssssssss. Me recordó a la única vez que fuí al bingo..... líneaaaaa
Claro es que, si te das cuenta de la jugada, si a ti te han dado hora para las x y cuarto y llegas a las y menos cuarto, lo lógico es que tengas que esperar. Lo raro sería que entraras según llegas. Pero no, claro que no. El/la listo/a de turno está esperándote a la salida de la consulta con cara de bulldog para acosarte con la pregunta: ¿oiga y usted para que hora tenía la cita?
La verdad es que la contestación podría ser de lo más variopinta en función de lo que te hubieren comentado en la consulta.
Si la cosa no tuviera importancia yo hubiera optado por el decir la verdad, que llegue y besé el santo. Y si la noticia no hubiera sido buena, le hubiera pegado un bocinazo al estilo " y a usted que carajo le importa". Y santas pascuas.
Pero hoy me toco a mi poner oído y ver las reacciones del personal de mi alrededor.
Así que llegue a la conclusión que no se valora en absoluto la calidad de la sanidad que tenemos. Claro que podría ser mucho mejor, pero es verdaderamente buena, en comparación con el resto del mundo. Y para que la mayoría de las personas tuvieran conciencia de su valía no estaría mal que al salir de la consulta, la enfermera, administrativo o bedel de turno le pusiera al usuario la factura por lo honorarios en función de la atención recibida para que así supieran que es lo que están criticando.
Porque cuando el mismísimo médico que les atiende en la Seguridad Social lo hace en su consulta privada, previo pago, en la mayoría de los casos, excesivo, a todo el mundo le parece requetebien. Y ni dios protesta si te atiende a las 3, las 5 o las 11 de la noche.
Así que desde aquí, mi más firme apoyo y solidaridad a esos profesionales de "riesgo" que no me puedo ni imaginar lo que tendrán que aguantar al cabo del año, de algún que otro energúmeno.
Y por si alguien se pregunta por la causa de mi estado médico....... era una simple revisión, pero fue toda una experiencia metafísica.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien dicho, Alicia.
Una anécdota para que te des cuenta de como va la cosa, es solo un ejemplo. Yo estoy al otro lado de la mesa y hace unos días un paciente que padecía una enfermedad por la que habría muerto irremediablemente hace solo unos años y que fue sometido a una intervención quirúrgica que en USA le habría costado unos 300.000 $ como mínimo se me quejaba de que tiene que hacer revisiones en el Hospital Central y se tiene que pagar la gasolina de su coche para ir a Oviedo. Y no vive en la pobreza.

Manuel Colero dijo...

Tocas uno de mis puntos sensibles, entre el San Agustín y el Hospital de Caridad ( me gusta llamarlo así) me han salvado la vida. Tengo amigos belgas e ingleses que aprovechan sus vacaciones para ser intervenidos, en España. Gracias a todo el personal sanitario.

Alicia dijo...

La verdad es que nuestro sistema sanitario es fenomenal. Tengo muchos amigos y conocidos en el ámbito y a veces alucino con lo que cuentan.
No es perfecto, pero muchos quisieran tenerlo.

Y me sigo ratificando que no lo valoramos en su justa medida.